Bueno pues anoche me puse muy nervioso porque aunque estoy feíto pues tengo mis encantos, digo eso creo. Bueno resulta que mientras estaba compras note que una vieja me seguía por todos lados. Si me paraba, ella se paraba a mi lado y, además, se quedaba mirándome me tenia nervioso y yo pensando que no me dijera nada fresco porque yo la acusaba de intento de violación NO JODAS.
Al fin, camino a la caja, ella se atrevió a hablarme y volteándose le dijo:
Ella- “Espero que no lo haya hecho sentirse incomodo; es sólo que usted se parece mucho a mi hijo recién fallecido”...
Yo- Con un nudo en la garganta le dije que estaba todo bien, que no había problema.
La viejita entonces me dice:
-Ella- Joven, le quiero pedir algo poco común.
Y yo bien y tan PENDEJO le contestó diciéndole:
Yo- Dígame en que puedo ayudarla, señora.
La viejita me dijo que quería que le dijera 'Adiós mamá' cuando se fuera del supermercado, y que esto la haría ¡Muy feliz! Y yo tan pendejo y bueno como siempre sabiendo que sería un gesto que llenaría el corazón y el espíritu de la vieja, accedí gustoso. Entonces, mientras la viejita pasaba por la caja registradora se volteó y sonriendo, con la mano me dijo:
- ¡¡¡ADIÓS HIJO!!!'
Yo, lleno de amor y ternura, (TAN CABRÓN) le respondí efusivamente:
Yo- ¡¡¡ADIÓS MAMA!!!'
Bueno pues continúe mi vida feliz, contento y satisfecho porque seguramente había traído un poco de alegría a la vieja, continúe pagando mi compra de lo más feliz hasta que la cajera me dice:
-Cajera- Son $ 623,54.
Yo- Pienso primero en la canción de Juan Luis Guerra El Costo e’la vida y le pregunto
Yo- ¿Cómo tanto si llevo sólo cinco cosas???
Cajera - Si, pero su MAMA dijo que usted pagaría por sus cosas también.
(VIEJA CABRONA).
Yo- Con un nudo en la garganta le dije que estaba todo bien, que no había problema.
La viejita entonces me dice:
-Ella- Joven, le quiero pedir algo poco común.
Y yo bien y tan PENDEJO le contestó diciéndole:
Yo- Dígame en que puedo ayudarla, señora.
La viejita me dijo que quería que le dijera 'Adiós mamá' cuando se fuera del supermercado, y que esto la haría ¡Muy feliz! Y yo tan pendejo y bueno como siempre sabiendo que sería un gesto que llenaría el corazón y el espíritu de la vieja, accedí gustoso. Entonces, mientras la viejita pasaba por la caja registradora se volteó y sonriendo, con la mano me dijo:
- ¡¡¡ADIÓS HIJO!!!'
Yo, lleno de amor y ternura, (TAN CABRÓN) le respondí efusivamente:
Yo- ¡¡¡ADIÓS MAMA!!!'
Bueno pues continúe mi vida feliz, contento y satisfecho porque seguramente había traído un poco de alegría a la vieja, continúe pagando mi compra de lo más feliz hasta que la cajera me dice:
-Cajera- Son $ 623,54.
Yo- Pienso primero en la canción de Juan Luis Guerra El Costo e’la vida y le pregunto
Yo- ¿Cómo tanto si llevo sólo cinco cosas???
Cajera - Si, pero su MAMA dijo que usted pagaría por sus cosas también.
(VIEJA CABRONA).
No comments:
Post a Comment