No podía dejar
pasar esta fecha sin escribir nada al respecto. Hacen ya 13 años desde la
fatídica mañana en que horrorizado vi como la nación más poderosa del mundo caía
de rodillas ante lo que creí en esos momentos era una abominación creada por un
grupo de personas que odiaban los estadounidenses no sé por qué razón. Hoy día
si se la razón, esa y muchas más. Hoy día, 13 años después aun estamos en una guerra
sin cuartel en contra del llamado "terrorismo" cuando son los mismos
líderes de la nación son quienes lo siembran en el corazón de sus ciudadanos
mediante el terror mismo, que ironía,. Pretenden justificarse manteniendo una
guerra absurda donde día a día se pierden millones de dólares y los mas
dolorosos; muchas vidas.
Hace aproximadamente 238 años que en Los Estados Unidos de Norte América lucharon por su libertad y claramente tenían razón para pelear por ella, otros pueblos se le unieron por diferentes razones e intereses. Hoy día piensan que son los dueños del mundo al cual mantienen inestable para así mantener estable su propia tierra. Viven haciéndole la guerra a todo aquel que piense diferente o pretenda ser libre y así fue que entrenaron a una persona que más tarde se convirtió en su peor enemigo. Llego esa mañana del 11 de septiembre y en esa protesta llena de odio murieron muchas personas, amigos y conocidos.
Mi escribir lleno del sentimiento de odio no es en contra de los que lo hicieron y los que lo ocasionaron mucho menos pretendo justificar un acto de esa naturaleza. Mi odio es porque hoy día continúan muriendo estadounidenses y personas en todo el mundo por que 3 cobardes y canallas quisieron hacerle la guerra a un grupo de personas con turbantes. Yo pienso que ya basta. La señora libertad a la que tantos miraron y admiraron aquellos inmigrantes de todas partes del mundo y que forjaron esa nación al llegar a NY en barcos hoy debe sentirse abochornada. Yo la miro y en su rostro ya no se ve el orgullo pero si la esperanza.
La guerra es el arte de destruir a los hombres, la política es el arte de engañarlos. De eso se trata todo, de un montón de políticos asquerosos de un Bush padre que odio a un Saddam Hussein y mando a su hijo Bushito a matarlo y de un Barack Obama que traiciono no solo a su raza si no también a toda la nación. Los estadounidenses son personas las cuales muchas piensan al igual que yo. Personas que perdieron familiares, amigos y sus vidas allí en aquellas torres cuyo polvo los hacía ver iguales a todos. La Paz no se logra matando personas para eso tuvimos 2 guerras que lo demostraron y al parecer no aprendimos.
Llore el día que vi ese ataque a las torres como también llore viendo horrorizado como caían bombas sobre Irak porque sabía que eran hermanos HUMANOS los que allí morían. Hoy día la bandera americana es la más pisoteada y quemada en el mundo y eso nada bueno dice. Mis amigos murieron por culpas de unos pocos que hoy día continúan vivos y jugando a las guerras. ¿Odio? Quizás no. Más bien sentimiento de engaño al ver que quienes en aquel septiembre 11 parecían victimas 13 años después resulta que son los culpables.
Dios le de paz a quienes perdieron amigos y familiares y un saludo a la Sra. Libertad que hoy día se mantiene de pie no por las armas si no por la esperanza de muchos de nosotros que aun amamos a nuestros hermanos humanos.
¿Puede haber algo más ridículo que la pretensión de que un hombre tenga derecho a matarme porque habita al otro lado del agua y porque su príncipe tenga una querella con el mío aunque yo no la tenga con él?
Blaise Pascal
Ismael Cancel.
Hace aproximadamente 238 años que en Los Estados Unidos de Norte América lucharon por su libertad y claramente tenían razón para pelear por ella, otros pueblos se le unieron por diferentes razones e intereses. Hoy día piensan que son los dueños del mundo al cual mantienen inestable para así mantener estable su propia tierra. Viven haciéndole la guerra a todo aquel que piense diferente o pretenda ser libre y así fue que entrenaron a una persona que más tarde se convirtió en su peor enemigo. Llego esa mañana del 11 de septiembre y en esa protesta llena de odio murieron muchas personas, amigos y conocidos.
Mi escribir lleno del sentimiento de odio no es en contra de los que lo hicieron y los que lo ocasionaron mucho menos pretendo justificar un acto de esa naturaleza. Mi odio es porque hoy día continúan muriendo estadounidenses y personas en todo el mundo por que 3 cobardes y canallas quisieron hacerle la guerra a un grupo de personas con turbantes. Yo pienso que ya basta. La señora libertad a la que tantos miraron y admiraron aquellos inmigrantes de todas partes del mundo y que forjaron esa nación al llegar a NY en barcos hoy debe sentirse abochornada. Yo la miro y en su rostro ya no se ve el orgullo pero si la esperanza.
La guerra es el arte de destruir a los hombres, la política es el arte de engañarlos. De eso se trata todo, de un montón de políticos asquerosos de un Bush padre que odio a un Saddam Hussein y mando a su hijo Bushito a matarlo y de un Barack Obama que traiciono no solo a su raza si no también a toda la nación. Los estadounidenses son personas las cuales muchas piensan al igual que yo. Personas que perdieron familiares, amigos y sus vidas allí en aquellas torres cuyo polvo los hacía ver iguales a todos. La Paz no se logra matando personas para eso tuvimos 2 guerras que lo demostraron y al parecer no aprendimos.
Llore el día que vi ese ataque a las torres como también llore viendo horrorizado como caían bombas sobre Irak porque sabía que eran hermanos HUMANOS los que allí morían. Hoy día la bandera americana es la más pisoteada y quemada en el mundo y eso nada bueno dice. Mis amigos murieron por culpas de unos pocos que hoy día continúan vivos y jugando a las guerras. ¿Odio? Quizás no. Más bien sentimiento de engaño al ver que quienes en aquel septiembre 11 parecían victimas 13 años después resulta que son los culpables.
Dios le de paz a quienes perdieron amigos y familiares y un saludo a la Sra. Libertad que hoy día se mantiene de pie no por las armas si no por la esperanza de muchos de nosotros que aun amamos a nuestros hermanos humanos.
¿Puede haber algo más ridículo que la pretensión de que un hombre tenga derecho a matarme porque habita al otro lado del agua y porque su príncipe tenga una querella con el mío aunque yo no la tenga con él?
Blaise Pascal
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