Por mucho tiempo he pensado en donde como ser
humano estoy parado o en que aguas profundas o turbias nado como
Puertorriqueño. La situación actual de mi patria requiere que así lo
haga, muchas han sido las veces que he culpado a los políticos del país
de lo que aquí ocurre y muy claro veo a donde nos dirigimos, no
reincidiré en hablar de ellos pues ya lo veo como un redundar en un
problema que todos a ciencia cierta ya conocemos. Tampoco hablare de la
trampa del mantengo que tan bien conozco a donde pretende llevarnos a
todos y mucho menos de los estadounidenses que de manera tan
irresponsable juegan a escondidas al tirano.
Sin miedo a nada
hablare de los que nos toca a nosotros, el pueblo, a cada uno de los
puertorriqueños que habitamos esta enorme nación caribeña. “La capacidad
de los pueblos para lograr un verdadero cambio no estriba en quienes
coloquemos como líderes de los gobiernos, sino en que sea el pueblo
quien verdaderamente defina el rumbo a seguir por sus líderes” este
pensamiento es uno escrito por mi hace mucho tiempo. Saber y ver a donde
hemos llegado partiendo de ser un pueblo que se levanto con trabajo,
con historia y orgullo me hace sentir muchas cosas diferentes.
Son muchos los que piensan y se preguntan ¿qué sería de nosotros sin la
sombra de los estadounidenses, donde estaríamos o que fuera de nosotros
si ellos se fueran? Yo también lo he pensado no lo duden, pero yo en lo
personal me pregunto ¿Qué sería de ellos sin el talento que sale de
nuestras universidades, de los hijos de Borinquén que mueren en sus
guerras, de los miles de Puertorriqueños que día a día levantan su
frente en tierra ajena para regalarles una patria a otros que no
respetan la nuestra?, común defensa proclaman algunos y yo pregunto
¿defensa de qué o quién? Mi pueblo, el pueblo Puertorriqueño debe
aspirar a más que esto, Puerto Rico debe de enfrentarse a sí mismo y
procurar algo más que la dependencia de un sistema en decadencia y
reescribir una constitución propia y no manejada por mentes exteriores.
Cada uno de los que aquí vivimos debemos comprender y aceptar que nos
encontramos en un barco en llamas y no negarnos a sobrevivir y remar
lejos de un mar de mentiras dirigidas a mantener un pueblo a merced de
otro, mi pueblo, como pueblo con identidad, valentía, historia y
virtudes únicas debe de aprender a respetarse y dar a respetar cada
centímetro de tierra nuestra, tierra de valientes, de estudiosos, de
trabajadores. Este pueblo debe ya de levantar su cara al sol de cada día
y decidir seriamente por su futuro y el de las generaciones venideras.
Aceptar errores es de valientes como también el levantarse del suelo al
cual otros o nosotros mismos nos hemos arrojado por 117 años. Exigir
respeto no es sinónimo de ser mal agradecidos, es hacer claro que
tenemos y tendremos los pantalones para afrontar lo que venga en el
futuro con o sin ellos.
Perder el miedo y levantar una patria
digna, orgullosa, poderosa en cada uno de sus habitantes, en mí y en ti.
Es levantarse cantando y cantando caminar el sendero de la seguridad
propia, de tu familia, de tu futuro y nuestra historia. Ya basta hermano
Puertorriqueño, ya basta de esclavitud indirecta, ya basta de
servidumbre y de engaños plásticos, es ya la hora de levantarte y decir
presente por lo que nos toca de historia, por lo que nos falte de vida y
por respeto a nosotros mismos, vamos a hacerlo Sin Miedo A nada.
Ismael (Papo) Cancel.
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